lunes, 14 de julio de 2008

Análisis Zona Rosa: Segunda Parte

Para poder entender y conocer más acerca de lo que es actualmente la zona rosa, es necesario conocer su pasado, su origen y como este sector fue desarrollandose y cambiando a traves del tiempo hasta llegar a la actualidad. Para ello es necesario investigar a profundo como estaba estructurado esta zona y su papel dentro de la sociedad.
Como sabemos el río Guayas fue la columna vertebral del desarrollo económico y vía de comunicación del periodo colonial que dura hasta la actualidad. Esa prosperidad se sustentó en las características definidas por su situación geográfica, recursos naturales y de ubicación como punto terminal de la extensa red hidrográfica del Guayas. Este enlace entre el hombre - río - ciudad fue la trilogía del incontenible desarrollo del mismo, es por esta razón que se decidió realizar diferentes obras y construcciones a orillas del río, puesto que en éste se generaba la carga y descarga de diferentes productos que servían tanto de importación como de exportación. Una de las primeras construcciónes a orillas del río se dió a la altura de la actual calle Aguirre donde se desembarcaban los géneros que entraban y salían.



La orilla del río estaba poblada de diferentes muelles. A partir del primer incendio y saqueo de piratas en 1687 se pretendía mover la ciudad al puerto de Casones (calle Aguirre y Elizalde). Esta nueva propuesta generó que se produzca una división de la ciudad en lo que se conocía como Ciudad Nueva y Ciudad vieja. La ciudad nueva consistía en 24 manzanas, 5 de frente (calle Luque hasta La colón) y 5 de fondo (Pichincha y Boyacá), mientras que la ciudad vieja se desarrolló bajo las faldas del cerro Santa Ana limitado al norte por el cerro, al sur por el estero Villamar (calle Loja), al este por el Río Guayas y al oeste por los salitrales pantanosos y manglares que comenzaban en la actual avenida Rocafuerte. Esto ocacionó que mucha gente no quisiera mudarse a la ciudad nueva por lo cual se tomaron medidas por parte del Cabildo en no permitir la descarga de víveres y mercadería, entre otros aspectos. Este sector quedó convertido en barrio de pobres, esclavos, etc por las medidas restrictivas que se aplicaron. Dentro de este sector se encontraba el convento Santo Domingo y la parroquia La Concepción (actual Plaza Colón).


Más adelante con las difernetes ideas de crear un malecón a orillas del río Guayas y apartir del traslado de los depósitos de la Aduana desde la Clemente Ballén hasta la Planchada (Espol) permitió que aquella zona (zona rosa) se convirtiera en una zona de comercio donde se ubicaban diferentes tipos de bodegas para almacenar diferentes tipos de productos (cacao, tabaco, etc). El gobernado José de Aguirre mencionaba que a futuro el malecón debía desarrolarse desde el estero de Carrión (Av. Olmedo) hasta la Planchada (Espol). Está obra, de realizar un malecón, significaba un gran costo, lo cual obligó al Cabildo a realizarlo por partes. La primera parte realizada desde el estero Carrión hasta el estero de Morillo (calle Junín y Roca). Sus habitantes reconocieron en aquella época que el malecón no solo consitituía un límite con la ría y un punto para alcanzar el golfo, sino que fue convertido en un lugar de encuentro, concentracíon, trabajo y esparcimiento.

(Iturralde, José Antonio, Crónicas, relatos y estampas de Guayaquil; Iturralde, José Antonio,Historia del malecón de Guayaquil; Gonzales, B, Guayaquil antes y después del gran Incendio)


CULTURA GUAYAQUILEÑA COLONIAL:

La vida privada se aplicaba de acuerdo a la importancia que tenía la familia como órgano de cohesión entre los miembros de la familia. Las características de las casas guayaquileñas de la época colonial variaban de acuerdo a las condiciones sociales y económicas de la familia. Las familias de clase alta vivían en casas de 3 pisos donde, la planta baja contenía los almacenes de comercio, la intermedia permanecía alquilada y la planta alta se utilizaba como residencia para la familia, mientras que los de clase baja vivían en barrios apartados como también en balsas que se ubicaban a orillas del río Guayas.
Dentro de la sociedad guayaquileña de aquella época, la mujer jugaba un papel importante donde desde pequeña era iniciada en sus deberes cristianos así como en responsabilidades del hogar, con las que se preparaban para la vida adulta. A los 15 años se les buscaba pretendiente que estuviera a la altura del estatus del padre y a partir de aquí pasaba bajo la tutela del marido, lo cual la obligaba a pasar encerrada
la mayor parte del tiempo excepto para ir a misa o realizar alguna visita necesaria.


(Guayaquil al vaivén de la ría)

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