Como sabemos el río Guayas fue la columna vertebral del desarrollo económico y vía de comunicación del periodo colonial que dura hasta la actualidad. Esa prosperidad se sustentó en las características definidas por su situación geográfica, recursos naturales y de ubicación como punto terminal de la extensa red hidrográfica del Guayas. Este enlace entre el hombre - río - ciudad fue la trilogía del incontenible desarrollo del mismo, es por esta razón que se decidió realizar diferentes obras y construcciones a orillas del río, puesto que en éste se generaba la carga y descarga de diferentes productos que servían tanto de importación como de exportación. Una de las primeras construcciónes a orillas del río se dió a la altura de la actual calle Aguirre donde se desembarcaban los géneros que entraban y salían.
La orilla del río estaba poblada de diferentes muelles. A partir del primer incendio y saqueo de piratas en 1687 se pretendía mover la ciudad al puerto de Casones (calle Aguirre y Elizalde). Esta nueva propuesta generó que se produzca una división de la ciudad en lo que se conocía como Ciudad Nueva y Ciudad vieja. La ciudad nueva consistía en 24 manzanas, 5 de frente (calle Luque hasta La colón) y 5 de fondo (Pichincha y Boyacá), mientras que la ciudad vieja se desarrolló bajo las faldas del cerro Santa Ana limitado al norte por el cerro, al sur por el estero Villamar (calle Loja), al este por el Río Guayas y al oeste por los salitrales pantanosos y manglares que comenzaban en la actual avenida Rocafuerte. Esto ocacionó que mucha gente no quisiera mudarse a la ciudad nueva por lo cual se tomaron medidas por parte del Cabildo en no permitir la descarga de víveres y mercadería, entre otros aspectos. Este sector quedó convertido en barrio de pobres, esclavos, etc por las medidas restrictivas que se aplicaron. Dentro de este sector se encontraba el convento Santo Domingo y la parroquia La Concepción (actual Plaza Colón).
Más adelante con las difernetes ideas de crear un malecón a orillas del río Guayas y apartir del traslado de los depósitos de la Aduana desde la Clemente Ballén hasta la Planchada (Espol) permitió que aquella zona (zona rosa) se convirtiera en una zona de comercio donde se ubicaban diferentes tipos de bodegas para almacenar diferentes tipos de productos (cacao, tabaco, etc). El gobernado José de Aguirre mencionaba que a futuro el malecón debía desarrolarse desde el estero de Carrión (Av. Olmedo) hasta la Planchada (Espol). Está obra, de realizar un malecón, significaba un gran costo, lo cual obligó al Cabildo a realizarlo por partes. La primera parte realizada desde el estero Carrión hasta el estero de Morillo (calle Junín y Roca). Sus habitantes reconocieron en aquella época que el malecón no solo consitituía un límite con la ría y un punto para alcanzar el golfo, sino que fue convertido en un lugar de encuentro, concentracíon, trabajo y esparcimiento.
(Iturralde, José Antonio, Crónicas, relatos y estampas de Guayaquil; Iturralde, José Antonio,Historia del malecón de Guayaquil; Gonzales, B, Guayaquil antes y después del gran Incendio)
CULTURA GUAYAQUILEÑA COLONIAL:
Dentro de la sociedad guayaquileña de aquella época, la mujer jugaba un papel importante donde desde pequeña era iniciada en sus deberes cristianos así como en responsabilidades del hogar, con las que se preparaban para la vida adulta. A los 15 años se les buscaba pretendiente que estuviera a la altura del estatus del padre y a partir de aquí pasaba bajo la tutela del marido, lo cual la obligaba a pasar encerrada la mayor parte del tiempo excepto para ir a misa o realizar alguna visita necesaria.
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